Hace tiempo que llevo dándole vueltas a la cabeza a un tema relacionado con segmentación y competencia que me sorprende porque sucede en una de las industrias con más rivalidad en el mundo del marketing: el automóvil. El hecho es que hay un coche que lleva muchos años siendo líder de su segmento y que ha conseguido cifras de ventas impresionantes para el tipo de automóvil que es y el nicho al que sirve, y ese es el Mazda MX-5 (o Miata, que es como se le conoce en el americano). Los atributos de este coche son de lo más simples: ligero, motor alegre pero no brutal, tracción trasera, biplaza, descapotable y con un precio muy contenido. Es el coche preferido de muchos puristas del motor por su concepto sencillo y divertido a la vez. Pues bien, las grandes marcas automovilísticas se han empeñado todos estos años en crear nuevos nichos para arañar ventas y atraer a consumidores con gustos muy específicos. El último gran nicho creado es el de los SUV, esos todocaminos que tuvieron a...