Hace tiempo que llevo dándole vueltas a la cabeza a un tema relacionado con segmentación y competencia que me sorprende porque sucede en una de las industrias con más rivalidad en el mundo del marketing: el automóvil. El hecho es que hay un coche que lleva muchos años siendo líder de su segmento y que ha conseguido cifras de ventas impresionantes para el tipo de automóvil que es y el nicho al que sirve, y ese es el Mazda MX-5 (o Miata, que es como se le conoce en el americano).
Los atributos de este coche son de lo más simples: ligero, motor alegre pero no brutal, tracción trasera, biplaza, descapotable y con un precio muy contenido. Es el coche preferido de muchos puristas del motor por su concepto sencillo y divertido a la vez. Pues bien, las grandes marcas automovilísticas se han empeñado todos estos años en crear nuevos nichos para arañar ventas y atraer a consumidores con gustos muy específicos. El último gran nicho creado es el de los SUV, esos todocaminos que tuvieron al Mercedes ML como uno de sus precursores. Luego han ido apareciendo cosas mucho más especiales como el Mercedes Clase R, BMW GT, o el Nissan Murano CrossCabriolet que estará disponible en breve.
Con tanto nicho creado parece mentira que nadie se haya atrevido a disputarle a Mazda el segmento de roadsters clásicos de bajo precio. Marcas como Mercedes, BMW o Porsche tienen los suyos pero a un precio mucho mayor con lo que buscan un cliente algo distinto. Entonces, ¿por qué las marcas generalistas no se han animado a plantar cara a Mazda? Puede que haya sido suerte para los japoneses y que justo cuando otros fabricantes se animaban a iniciar el desarrollo del producto llegaba un período de recesión económica y anulaban el proyecto, o el simple hecho de necesitar crear una plataforma específica para un modelo con tracción trasera les descuadren los planes de producción y economías de escala y no quieran arriesgar. De todas maneras es un segmento perfecto para que las marcas generalistas saquen a relucir diseños inspirados en productos de otras épocas en las que brillaban con luz propia, combinados con nuevas tecnologías híbridas como Honda ha hecho con su CR-Z.
Lo que la marca japonesa tiene en estos momentos algo similar a un monopolio en su segmento que nadie se atreve a tocar. A esto se le podría considerar una imperfección en un mercado tan competido como este. Es como ir al súper a comprar detergente y sólo tener una marca a elegir. Veremos si alguien se anima porque hay un agujero enorme que necesita ser llenado y que puede reportar beneficios económicos para la empresa y dé mucho prestigio a la marca.
Los atributos de este coche son de lo más simples: ligero, motor alegre pero no brutal, tracción trasera, biplaza, descapotable y con un precio muy contenido. Es el coche preferido de muchos puristas del motor por su concepto sencillo y divertido a la vez. Pues bien, las grandes marcas automovilísticas se han empeñado todos estos años en crear nuevos nichos para arañar ventas y atraer a consumidores con gustos muy específicos. El último gran nicho creado es el de los SUV, esos todocaminos que tuvieron al Mercedes ML como uno de sus precursores. Luego han ido apareciendo cosas mucho más especiales como el Mercedes Clase R, BMW GT, o el Nissan Murano CrossCabriolet que estará disponible en breve.
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Nissan Murano CrossCabriolet |
Lo que la marca japonesa tiene en estos momentos algo similar a un monopolio en su segmento que nadie se atreve a tocar. A esto se le podría considerar una imperfección en un mercado tan competido como este. Es como ir al súper a comprar detergente y sólo tener una marca a elegir. Veremos si alguien se anima porque hay un agujero enorme que necesita ser llenado y que puede reportar beneficios económicos para la empresa y dé mucho prestigio a la marca.
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