Desde que tengo uso de razón he escuchado aquello de que el carro de la compra que usamos cada vez que vamos al súper a comprar tendría un ordenador que nos iría diciendo en qué lugar está cada producto, precios, promociones, e incluso sabría lo que compramos habitualmente y nos dirigiría por el establecimiento para coger nuestros productos favoritos. Pues bien, todavía no hay rastro de ellos. Durante la última década han presentado varios modelos que podrían hacer que las marcas lucharan por un posicionamiento en las pantallas de nuestros carritos con promociones y anuncios bombardeándonos mientras intentamos hacer la compra. Las compañías tendrán todavía que esperar, si es que algún día llegan los prometidos carritos. Es normal que, con la evolución que han experimentado los teléfonos móviles hacia smartphones con un precio razonable, es absurdo invertir en nuevos carros bastante más caros que los actuales cuando el móvil puede servir para guiarnos en nuestra excursión por l...