En la actualidad leemos cada poco tiempo
que dos o más compañías se enzarzan en disputas porque una denuncia el uso
inadecuado por parte de otra/s de una tecnología determinada, o en otras
palabras, se desata una guerra de patentes o propiedad intelectual (IP), en
definitiva. Esto tiene gran relevancia a la hora de lanzar un nuevo producto
porque puede ser bloqueado por la denuncia de otra empresa, o pueden frenar un
movimiento estratégico de internacionalización de una compañía en distintos
mercados ya que las reglas no son iguales en todos los territorios.
Dos de los casos más sonados en los
últimos días han sido Apple vs Samsung y LG vs BMW y Audi, este último en Corea
del Sur, país en donde se encuentra la sede central de LG.
En el caso de Apple vs Samsung, la guerra
de propiedad intelectual viene causada, por una parte, por el diseño de la
última versión de la tablet Galaxy Tab de Samsung, que presuntamente copiaba el
diseño del iPad 2. Apple se quejó y consiguió que un tribunal alemán prohibiera
la venta de al tablet de Samsung en gran parte de la UE. Samsung por su parte
denunció un infringimiento de Apple de sus patentes de tecnología wireless para
dispositivos móviles y va a intentar bloquear las ventas del nuevo iPhone 4S y
del futuro 5 si Apple no hace las modificaciones pertinentes.
Pasando a LG y los fabricantes deautomóviles alemanes, esta historia es más rocambolesca ya que LG alega que
Audi y BMW usan bombillas Osram, propiedad de a alemana Siemens, que violan
ciertas patentes de los surcoreanos. Este ataque en el terreno legal viene se
produce porque Siemens denunció previamente a LG en EEUU, Alemania y Japón.
Podría sacar muchos casos más pero
tampoco quiero de aburriros. Estas guerras son normales ya que estamos en una
época en la que las compañías producen y distribuyen productos a nivel global.
En ese esfuerzo por servir productos que cumplan con las expectativas de los
consumidores y sean compatibles con el mayor número de elementos periféricos
posibles para fomentar la venta cruzada, los intereses de diversas compañías
líderes chocan y la propiedad intelectual (sobre todo patentes y diseño
industrial) de una compañía puede ser violada por otra/s.
Los elementos legales que rodean a la
propiedad intelectual es un tema muy importante a tener en cuenta cuando la
compañía se mueve en territorios internacionales con competidores fuertes. Un
fallo de un tribunal en contra de una empresa puede desprestigiar enormemente
su imagen y hacer no sólo que un producto sea prohibido, sino que futuros
lanzamientos tengan colgada la etiqueta de fraudes. De esta manera, todo el
valor de marca que se ha ido construyendo se puede ir al traste si el caso de
violación de propiedad intelectual es grave. Yo abogo por el fair play, pero
como en casi todos los aspectos del Marketing, aquí no hay sólo blanco o negro,
hay muchos tonos de grises por los que se mueven las empresas y apuestan sus
ganancias. Los casos seguirán aumentando con la globalización y el crecimiento
de empresas, que cada vez abarcan más procesos de producción, servicios e I+D+i
en múltiples sectores y los roces son inevitables.
Muy interesante Marcelo. Me recuerda bastante a una frase de la Red Social, en la que Zuckerberg le dice a Saverin que alguien que hace una silla nueva no tiene que pagar derechos de propiedad intelectual al inventor de la silla... Por otro lado, la violación de derechos de autor desincentiva la innovación, porque si cualquiera te lo puede copiar... El tema es muy muy interesante, sí señor. Muy bien traído el tema.
ResponderEliminarTe puedes creer que todavía no he visto la peli de la Red Social? Imperdonable! Efectivamente, si no hay algo de protección de propiedad intelectual se pierde algo de incentivo para la innovación... es un tema delicado. Me alegro de que te haya gustado el artículo!
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