Cuando una empresa que tiene como modelo de negocio la venta en tiendas físicas, un complemento perfecto para ellas es una tienda online. Algunas de estas compañías son reacias a meterse en el mundo del ecommerce por desconocimiento o por miedo a que no sea bien visto por socios (franquiciados por ejemplo). La realidad es que si la empresa X no está, la competencia ocupará su lugar en el mercado online y desde ahí puede ir conquistando nuevos segmentos de clientes.
Un buen uso que se da a las plataformas ecommerce es la de dar cobertura a las tiendas físicas, limitadas de stock, de una manera simple pero eficaz: Cuando un cliente visita la tienda física y no encuentra una talla/color/modelo de un determinado producto, el personal de la tienda puede asistirles con un tablet y realizar la compra a través de la propia tienda online de la empresa.
Como decía, una plataforma se complementa a la otra, no hay razón para negarse a lanzar una tienda online. Adentrarse en la venta online permite dar a conocer la empresa de una manera muy eficiente y captar un porcentaje de nuevos clientes muy alto. Además, el mero hecho de enseñar los precios atrae a muchos visitantes que puede que no compren en la tienda online pero se acercarán muy probablemente a la tienda física. Esto es muy típico en España y se conoce como research online, purchase offline (efecto ROPO), en donde hay muchos consumidores que no se atreven a comprar online pero sí que investigan y deciden por una marca u otra gracias a la visualización de precios online.
El ecommerce crece y todas las empresas que consideren posible vender sus productos/servicios online deben intentar crear sus tiendas virtuales, y siempre teniendo en cuenta que sean optimizadas para plataformas móviles ya que los que visitan a través de dispositivos móviles tienen más tendencia a comprar, sobre todo con tablets.
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