Las redes sociales y las aplicaciones
móviles online han abierto un nuevo campo para las compañías en el desarrollo
de productos y servicios. La industria del automóvil ha sabido aprovechar la
capacidad que tienen los usuarios de plataformas online para generar ‘hype’ y provocar
viralidad en los contenidos creados. De este modo, los prototipos de futuros
modelos de producción sirven no sólo para ver si funcionará el coche como
elemento de transporte, sino también para adelantar las reacciones de los
clientes y fans sin necesidad de llevar el diseño a salones de automóviles ni
exposiciones.
Esto supone un ahorro brutal para las
empresas y añade gran valor al proceso de desarrollo, test y market research.
Cuando una compañía enseña una foto, vídeo o sueltan un teaser por la red (algo
que les encanta), la compañía puede monitorizar casi a tiempo real lo que va
ocurriendo en las redes sociales, blogs y otras webs 2.0: comentarios, likes,
clicks, shares, ratings… se puede ver si gusta o no y cómo se extiende por la red
de redes. Si la reacción es positiva bien, si no, se pueden hacer las
modificaciones necesarias para que vaya tomando una forma acorde con lo que la
gente espera. De esta manera los individuos se unen a la cadena de valor en el I+D+i.
Algunas compañías van más allá y en
ocasiones podemos ver cómo se va desarrollando un modelo por episodios colgados
en Youtube o web de la marca, que es lo que ha hecho Nissan con el desarrollo del Juke R. También se pueden encontrar vídeos de cómo hacen los test del
producto en condiciones muy adversas para que los clientes actuales y
potenciales sepan que están comprando calidad duradera. Esto mismo es lo que ha hecho
Porsche en este vídeo. Ford por su parte ha desarrollado una app en la que se
puede conducir un prototipo que define las líneas del futuro Mondeo y Mercedes también
se apunta a las apps y nos muestra cómo se puede usar la realidad aumentada para ver un coche modelado en 3D en el salón de casa.
Otros sectores como el de la telefonía
móvil empiezan a hacer lo mismo pero debería ser algo más extendido por la
expectación que se crea alrededor de los futuros productos. Es importante que
en ese movimiento dentro de redes sociales y webs 2.0, la compañía no sólo
escuche, sino que también responda para dar a las personas una sensación
de formar parte en el desarrollo de un producto, lo que puede ser determinante
para captar nuevos clientes.
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