En el caso que nos ocupa hoy, voy a hablar de una mítica marca Británica de deportivos: Aston Martin. Esta compañía, bastante más antigua que Ferrari, se ha caracterizado siempre por fabricar deportivos, o más específicamente, GTs de altas prestaciones, a aquellos poseedores de un Rolls Royce o un Bentley que de vez en cuando querían emociones fuertes. También los Aston Martin han tenido gran reconocimiento en el mundo de las carreras, sobre todo en Le Mans. Han sido la perfecta mezcla entre elegancia y deportividad y lo siguen siendo a día de hoy.
Quizá el coche más famoso de cuantos han producido es el DB-5. Fabricaron sólo mil unidades en los ‘60 y ahora hay que soltar alrededor de 140.000€ para hacerse con uno. Es el coche de James Bond por excelencia.
Podría seguir hablando de la historia y el pedigrí de esta gran marca durante un buen rato, pero voy a centrarme en lo que es, a mi entender, una gran pifia. A alguien en Aston Martin se le ha ocurrido la gran idea de lanzar el Cygnet: un vehículo urbano para gente muy sibarita. He aquí las pruebas del crimen:
No estoy tomándoos el pelo ni mucho menos. No hay más que visitar la web oficial de Aston Martin para darse cuenta de que van en serio y que el coche entra en su hoja de ruta para lanzarlo en un futuro próximo, puede que en 2012. Esta “joya” no es ni más ni menos que un Toyota iQ mucho más caro y con un interior muy lujoso. ¿Puedo decir entonces que he conducido un Aston ya que estuve usando un IQ durante un mesecito? Veremos hasta qué punto cambian las especificaciones del motor y bastidor, pero no veo 200cv metidos en ese cacharro.
Si Aston Martin decide sacar ese coche me parecería un gran error, especialmente cuando hace un par de años comunicó que iba a relanzar la marca Lagonda, otro fabricante de coches de lujo británico que hubiese venido como aniño al dedo para esta diversificación que quiere Aston hacia coches urbanos “chic” y más respetuosos con el medio ambiente. Otra opción es lo que ha hecho Ferrari: prestar su imagen a un coche de reconocido éxito como es el Fiat 500. Este último también ha recibido críticas por su elevado precio (unos 38.000€) pero al menos Ferrari no se aventura a coger un Nissan Micra, tunearlo, y decir que es el Ferrari que soluciona los problemas de movilidad urbana.
Lo que se llama ‘umbrella brand’ tiene ciertos límites ya que es necesaria cierta homogeneidad entre los productos que llevan una marca para mantener la identidad que los consumidores y posibles clientes tienen en su mente. Las marcas tienen un gran componente emocional- pasional que está conformado por su historia entre otras muchas cosas.
Yo todavía estoy un poco aturdido y me vienen dos preguntas a la cabeza: ¿De verdad que nadie ha sabido darle una mejor salida al proyecto del Cygnet dentro de Aston Martin? ¿Cómo van a meter todos los juguetitos de James Bond en un coche tan pequeño?
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